La casa de estudios y emprendedor de “Chocolatería Dulce Mar”, firmaron contrato de licencia de manual, creado por investigadoras de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC).

Alejandra Fuentes  

El Manual de Capacitación en Inocuidad y Valor Agregado del Producto Alga, que surgió en el contexto del Programa de Recursos Naturales para la Sustentabilidad del Núcleo Científico Tecnológico para el Desarrollo Costero Sustentable UCSC, tiene como uno de sus objetivos, dar valor agregado a los recursos marinos y transferir conocimientos a las algueras de la región del Biobío.

Por su geografía costera, suelos y clima, en la región del Biobío se producen y extraen una gran diversidad de productos de gran valor, tanto económico como alimentario. Uno de los más comunes es el cochayuyo, que nutricionalmente destaca por ser un buen reservorio de calcio, hierro, magnesio y manganeso, con valores superiores a la leche, lentejas e hígado de pollo. Por este motivo, y con el fin de potenciar su uso, las académicas Dra. Carolina Aguirre de la Facultad de Ciencias, junto a Marcia Negroni y Mg. Gisela Bittner, pertenecientes a la Facultad de Medicina de la Universidad, desarrollaron el Manual de Capacitación en Inocuidad y Valor Agregado del Producto Alga.

Bajo la premisa de ser un aporte para la preparación de productos, el manual fue adquirido por Héctor Lorenzen, emprendedor de la “Chocolatería Dulce Mar” de Lebú, quien firmó un contrato de licencia con la UCSC, que fue gestionada por la Oficina de Transferencia Tecnológica, con apoyo de CORFO, a través del instrumento Oficinas de Transferencia y Licenciamiento. Actualmente, están en proceso de tramitación dos nuevas licencias a sindicatos de algueras de Caleta Cocholgüe-Tomé y Caleta Lenga-Hualpén.

En el texto se puede encontrar la importancia de este producto, conceptos de inocuidad y buenas prácticas, manufactura aplicada a procesos involucrados en la manipulación y preparación de productos con valor agregado, en base a algas y recetas a partir del cochayuyo, utilizando conservas, harinas y encurtidos derivados del recurso alga.

“Podemos reconocer lo importante de desarrollar proyectos que permitan avanzar en la producción de alimentos patrimoniales, como el caso del cochayuyo y sobre todo a nivel regional, permitiendo diversificar productos con valor agregado que impulsen la economía regional”, señaló la académica de la carrera de Nutrición y Dietética de la Facultad de Medicina, Gisela Bittner.

Lorenzen relató que su esposa comenzó creando alfajores de chocolate tradicional, pero no era lo que buscaba. Como él es pescador artesanal y está constantemente trabajando con especies marinas, se le ocurrió hacer un chocolate diferente, con harina de cochayuyo. “Mi esposa me dijo que estaba loco, pero hicimos las pruebas, muchas degustaciones a cercanos y dio buen resultado” comentó el emprendedor.

Héctor y su esposa siguen trabajando en su emprendimiento, pero ahora con ayuda del texto licenciado por la UCSC. Según la pareja, “para nosotros es gratificante poder ir aprendiendo a través del Manual, ya que nos hemos enterado de cosas sobre el alga que trabajamos, que no teníamos idea”.

Sin duda, el emprendedor ha visualizado diferentes facetas de las algas, lo que le ha ayudado para dar más valor a su producto, “con el Manual estamos aprendiendo y avanzando. Te abre los sentidos para seguir ampliando el negocio, en cuanto a tener más ideas de creaciones en la línea de dulces o salados que podríamos ir incorporando”, precisó.

La pareja de emprendedores ha avanzado con otros productos derivados de este mismo, uno de estos es el “Chocoyuyo”, snack de cochayuyo bañado en chocolate, el cual ha tenido gran aceptación por sus clientes. Ahora sólo esperan certificar sus productos y seguir avanzando en esa misma línea.