Distintas actividades se han estado realizando en el marco del programa de Gestión de Riesgos y Resiliencia, las cuales tienen por objetivo el levantamiento de información ambiental de lugares críticos, de manera de realizar un estudio integrado de riesgo para el sector de Barrio Bellavista, comuna de Tomé.

Dentro de los trabajos en terreno, se llevó a efecto la instalación de sensores de presión y temperatura a lo largo de los 2 principales tributarios del Estero Bellavista, actividad en la que participaron estudiantes de la carrera Ingeniería Civil perteneciente a la Facultad de Ingeniería, a cargo del profesor Dr. Diego Caamaño. Para ello, se hizo uso de un perfil metálico en ángulo doblado, el cual se sumerge 1 m en el lecho del río y en la parte superior se agrega verticalmente un tubo de PVC. Dentro del tubo se instala un sensor de temperatura y presión programado para registrar ambas variables con una frecuencia de 3 minutos. Este sensor -que al instalarlo queda sumergido en el agua- mide las presiones totales compuestas por la presión atmosférica y de la columna de agua. Por su parte, la temperatura permite estimar la densidad del agua, y con la presión atmosférica conocida es factible transformar la presión hidrostática en una altura equivalente. Consecuentemente, cada 3 minutos se tiene registro de la altura del agua en cada uno de los 4 puntos de muestreo definidos.

Como segunda parte del monitoreo, se midieron caudales en las distintas secciones de los sensores, asegurando que los caudales registrados representen diferentes escenarios de flujo, puesto que el objetivo de esta actividad es complementar la información anterior para obtener curvas de altura con caudal, conocidas como curvas de descarga, las cuales permiten transformar todas las alturas registradas en hidrogramas de caudales.

Actualmente se están monitoreando ambos cursos de agua, que aportan a la parte baja del estero Bellavista y que provienen de dos subcuentas distintas, denominadas en el estudio como Subcuenta Sur y Subcuenca Norte. El objetivo de ello es realizar un seguimiento a las ondas de crecidas producidas por las precipitaciones en la parte alta de la cuenca del estero Bellavista.

Instalación de sensores y mediciones de caudal | Fotografías: Diego Caamaño

De manera paralela, se han realizado tres perfiles sísmicos mediante metodología MASW en sectores aledaños al estero Bellavista y calle Los Cerezos, a objeto de permitir a los estudiantes conocer la metodología, aprender a realizar el análisis de datos y lograr interpretar correctamente los resultados obtenidos, contrastándolo con la información geológica y geotécnica disponible, actividades que fueron realizadas por estudiantes del curso “Prospección Sísmica” de la carrera Ingeniería Civil Geológica, guiados por el Dr. Claudio Oyarzo, Coordinador del Programa de Gestión de Riesgo y Resiliencia del Núcleo Científico Tecnológico y la profesora Alejandra Muñoz, Geofísica de profesión. “Este tipo de estudios permiten levantar información sísmica de los sitios de interés, la que da cuenta de la calidad sísmica del suelo, con ello y con otros ensayos es posible clasificar los sectores como firmes o inestables, pensando en que con un futuro evento sísmico pueda haber hundimiento de estructuras o daños sobre las construcciones cercanas”, explica Muñoz al respecto.

Ensayos de prospección sísmica | Fotografías: Alejandra Muñoz y Claudio Oyarzo